Evento: Periodismo de Investigación
Instructor: Janeth Hinostroza
Relatoras: María Inés Velasco/ María Paula Moreno
Fecha: 17 de noviembre de 2010
La información recolectada debe ser de calidad
Cuando empiezan en este trabajo se suele filmar mucho, porque están inseguros de la información. Cuando eso ocurre llegan al canal o a la productora y pasan demasiado tiempo viendo que van a poner en la entrevista o en el reportaje. Además, provoca que se tengan bastantes datos. Al tratar de seleccionar lo más importante se provoca un champús en el reportaje. Es decir, van a tener bastantes datos, todos importantes, pero ninguno conectado con el otro.
En un reportaje de investigación la información tiene que estar perfectamente conectada una con la otra. Cualquier dato que pongan: testimonios, entrevistas, tienen que complementar. Ayudar a avanzar en la explicación del tema. Cuando empiezan a coger datos por aquí, datos por allá y mezclarlos se hacen un lío que no van a entender ustedes mismos, peor los televidentes, que como hemos dicho no ponen 100% atención. Tenemos que facilitarle un poco esa tarea de entender. Sin embargo, no tenemos que tratar al televidente como tonto, porque no lo son. Son gente que tiene criterio, todos. Pero si se debe tener cuidado al considerar que en cinco minutos hay que contar una problemática, lo cual no es fácil. Debemos ser muy hábiles y para ello hay que saber concatenar la información.
Entonces, una entrevista de diez, doce minutos, 15 es más que suficiente para poder alimentar un reportaje en televisión. Esos 15 minutos les va a tomar a ustedes revisar el material, digitalizar una hora, una hora y media de su trabajo, por eso no hay que hacer largo.
Hay un defecto que tenemos los periodistas: creer que todo lo sabemos, que somos genios. Para hacer una buena entrevista uno debe ir bien preparado. Haber investigado sobre el tema. Los periodistas genios no existen. Eso de que se sienta al frente del entrevistado y plus le fluyen las preguntas, los conocimientos y las repreguntas no existen. Sí ustedes se sientan al frente de una persona sin preparación van a hacer una pésima entrevista, no van a obtener datos importantes para elaborar su reportaje; además lo más importante, no van a generar credibilidad. Esa persona no va a tener confianza en ustedes seguramente se preguntará ¿Porqué le estoy entregando estos datos importantes a esta persona que no sabe dónde está parada? Es más, yo le estoy ayudando a que me pregunte bien, porque se nota que no tiene idea. No podemos hacer eso, somos periodistas y debemos entender que debemos ir bien preparados a una entrevista.
Conocer sobre el tema a tratar
Conocer con anticipación el tema para que de esa entrevista se pueda obtener nuevos datos, quizá desarrollar referencias que ya se tienen pero que no se comprenden bien, aclarar esas dudas que tenemos sobre el tema que se está investigando. Periodista que se respete y respete el oficio prepara su entrevista, quienes no lo hacen no solamente se faltan al respeto a sí mismos, sino con sus entrevistados y con el público que está esperando escuchar lo que hemos investigado. Ahora hablemos sobre algunos tips para una buena entrevista. Lo primero es saber con anticipación que va a hablar el personaje, su historia, filosofía, qué pasó, en qué es experto, cuáles son sus debilidades.
Hoy por ejemplo entrevisté a un genetista. Este doctor ha investigado mal formaciones y discapacidades. Especialmente sobre el Síndrome de Down. Antes de ir investigué en Internet qué especialidad tiene, es genetista, especializado en qué, libros que ha escrito, que aportes ha hecho a nuestro país y en qué trabaja hoy. También consultó sobre algunas de las cosas que ya sé que me va a hablar y me anticipé más o menos a lo que va a decir. No le voy a preguntar: ¿usted qué hace? No es para eso para lo que lo invité. Lo hice para que me cuente más sobre su descubrimiento, qué más puedo sacar. Por ejemplo que el Síndrome de Down tiene mayor influencia en nuestro país. Cuando en el mundo se presenta un caso entre 300mil aquí se da por cada 500mil. Es decir aquí hay más Síndrome de Down que en cualquier otra parte del mundo. Otra cosa que descubrió es que las mujeres jóvenes tienen el mismo peligro de tener un niño con Síndrome. Mientras que en otros países del mundo sólo las mujeres mayores de 35 años tienen alto riesgo.
Se descubrió que las mujeres con Síndrome de Down no son estériles como se creía. Aquí tenemos chicas que han tenido hijos portadores de este gen, pero en otro caso donde el niño no lo tuvo. Todo esto es aporte para el conocimiento. Esto lo sabía porque revisé su libro. Ya pude sentarme a hondar en sus descubrimientos. En el ¿porqué? Ya sabiendo que en el Ecuador se da mayor número de casos y qué nos caracteriza para que nazcan así ya pudimos desarrollar la entrevista.
Hacer una lista de preguntas que guíe la conversación es otro tip importante. Yo durante mi vida periodística he comprobado algo: los principales errores que se han cometido es por no tener un soporte y la memoria falla. Estás en plena entrevista y en vez de decir por ejemplo, que la guerra fue en 1941, y el entrevistado te corrige. No es 41, es 47.Ah! si disculpe me falló la memoria. Quedamos pésimo.
Para realizar mejores entrevistas
No hay nada de malo en presentarnos a la entrevista con un papelito donde yo tenga las preguntas principales que voy a hacer. 5, 6,7 preguntas básicas para una entrevista de 12 minutos son suficientes, el resto de preguntas surgen de la conversación, es decir la repregunta. Poner atención a la entrevista para poder hacer repreguntas. No tienen que estar pensando en otra cosa tienen que estar lo más concentrados porque si te sientas sin haber llevado la lista de preguntas tú estás preocupado en qué preguntarle después, y el tipo dijo algo interesante y tú no le paraste bola.
Hay que mirar al entrevistado. Es un secretito para tomar contacto visual, pues eso te permite conectarte con él y te permite escuchar mejor lo que está diciendo. Utilizas todos tus sentidos para entender lo que está diciendo.
Los periodistas en el Ecuador tenemos una desventaja sobre otros periodistas de otros países y es que aquí no somos especializados en nada, sabemos un poco de todo, mucho de nada. Llegas a un medio de comunicación y hay cinco periodistas y ellos tienen que cubrir todo lo que pasa en el país para los tres noticieros que hay en el día. Hoy te toca cubrir economía, mañana te toca política. Esa es una desventaja porque no puedes especializarte y ser un conocedor de la materia, por eso estás obligado a saber de todo.
Es difícil hacer una entrevista donde hoy hablas de economía, mañana de política y hoy del pasado genético, no sabemos de todo. Es importante entender al entrevistado, para luego nosotros poder explicar a nuestro público, para que ellos puedan entender el tema sin equivocaciones, sin errores.
Antes de la entrevista conversar con el personaje para bajar un poco la tensión que genera la entrevista o bajar la tónica en la que está el entrevistado. Nosotros tenemos la ventaja de que al llegar se deben instalar las cámaras, los micrófonos, una serie de cosas que nos ayudan a sacar tiempo para poder sentarnos con el entrevistado e iniciar una conversación. La conversación puede ser coloquial ¿cómo le ha ido?, o decirle bueno vamos a hablar sobre este tema, ¿le gustaría decir algo en lo que quiera remarcar?, me gustaría preguntarle esto, entonces la persona dice: uf no es un monstruo, no me viene a comer, no me viene a acabar con mi profesión, viene interesada a informarse. Eso rompe el hielo y genera esa confianza que se necesita para que cuando esté prendida la cámara no deje de contarnos lo que nos contó.
Entonces todo depende de la atención que ustedes pongan a lo que les están diciendo para que ese tipo de detalles nunca les pase. Los funcionarios públicos son los que menos nerviosos se ponen, no van a tener problema y además les gusta ser entrevistados, les gusta estar en cámara, se preparan mucho mejor; incluso muchos de ellos tienen acceso a capacitación, es decir, les educan sus asesores para que puedan presentarse en cámaras. Es mucho más común que la gente se ponga nerviosa cuando es una persona común y corriente. Resulta que es una persona que fue asaltada, y yo quiero que me de un testimonio de cómo, dónde y cuándo fue asaltada y por supuesto fuera de que le pone nerviosa la cámara no sabe que decir, no sabe como decirlo porque no está preparada.
El uso de ambientes en la ejecución de la entrevista
Por eso también es importante sacar esa toma en exteriores, en un ambiente mucho más amable, que él conozca. Por ejemplo en el parque de su barrio o en la vereda de su casa. Si yo hago una entrevista a esa persona para poner el mismo ejemplo que le asaltaron, entonces estamos en la misma zona del asalto, ahí mismo, en la esquina de su barrio donde le asaltaron, ¿si? Entonces yo camino con él, o con ella, y le digo a ver cuénteme y dónde fue, ah no fue aquí y aquí verá, entonces no está grabado y está totalmente desestresado. ¡Sí fue aquí y aquí me cogieron y me pusieron la pistola así, entonces yo quede así hee…congelado y, y yo le dije ya llévese todo lo que pueda, a así y me cuenta todito, entonces ya me cuenta como fue. Eso me sirve, sobre esas tomas de paso yo también puedo contar lo que pasó y además digamos eso le sirve a la persona para haberse refrescado su memoria y el momento en que esté en cámara le va a ser mucho más fácil decirlo. Secreto…. Póngale micrófono cuando estén en las tomas de paso, porque muchas veces esta actuación relax o este refrescamiento que hacen sin ninguna presión al rato que le prendes la cámara ya no le va a aceptar naturalmente, te lo cuenta pero no tan naturalmente, entonces póngale micrófono.
Nosotros ahora usamos solo micrófonos inalámbricos y es una recomendación. Todos deberíamos tener micrófonos inalámbricos, si tiene micrófonos de bola también hay que tener personalidad, le pones el micrófono y a ver si sígame contando, sígame contando y el micrófono y para que me pone, me esta grabando, si no importa es que es para las tomas de paso, yo tengo que salir con el micrófono, hay que ser hábiles en eso ¿no? Y está él contándote todo y eso ya queda grabado. Luego por seguridad le vuelvo a preguntar y lo vuelvo a grabar, entonces tienes dos momentos en que te cuenta lo mismo y te sale una edición mucho más dinámica, una edición mucho más variada. Si durante la entrevista ya no te dijo nada, tienes esto que ya le grabaste y ¿sí te va a decir lo que quisiste no es cierto?, además si eres tan audaz que sobre la marcha actuando y contando visualmente va a ser mucho mejor para tu reportaje, a que te mire así sentado congelado hablando diciendo ¡si me asaltaron…es que! ¿Dónde le pusieron la pistola? Aquí, la gente se petrifica, la cámara es súper intimidante, entonces eso también es un consejito interesante.
Designar a los entrevistados idóneos
No todos los personajes resultan ser buenos entrevistados para la televisión. No hay que tener miedo de pedir que repita una respuesta o parar la entrevista para que aclare sus ideas, esto también les pasa mucho a los periodistas nuevos ¿si? Es que, es que no me dijo ¿y? ¿Le preguntaste 3 veces? No, es que le pregunte solo una vez ya preguntarle dos veces me dio vergüenza. No puedes quedar como tonta, ¡no como voy a hacer eso no! No, no, no, es una entrevista pre-grabada, otra cosa es en vivo. En vivo tú puedes repreguntar, repreguntar preguntas dos veces y se te esta acabando el tiempo, el tiempo y no respondió. Pero en una entrevista pregrabada tú si puedes repetir cuantas veces sea necesario, lo importante es obtener la información clara.
Y que esa persona también se vea bien, ¿no es cierto?, si le ves a la persona que está que se desmaya, o se le tiembla la voz, casi va a llorar contándote que nació el hijo, una buena noticia o algo así, hay que estar muy atentos. Entonces se empieza a cortar la voz, no respiran para hablar, empiezan a ahogarse o ya lloran, es impresionante lo que les pueden pasar a algunas personas o tartamudean, o que pasa, le pusiste la cámara encima y se olvido, se olvido, se me borró la mente ya no se acuerda. Entonces empieza: ¡mmm sí!, pero, y lo que te explico antes con mucha claridad al rato que ya le prendes la cámara se pega una confundida, habla patas a arriba, te cambia los nombres, ya no supiste si nos está poniendo atención y no entendiste nada. ¿Si tú no entendiste crees que el televidente va a entender? Te vas a encontrar con un problema tan grave cuando llegues al canal y resulta que lo que dijo no se entendió nada, lo que quiere decir que la entrevista no sirvió para nada, ¿quién es el responsable? el periodista.
Tú tienes que asegurarte de tener una información clara en todas sus dimensiones. Entonces le ves que esta nervioso el personaje, le ves que su mente no esta muy clara, ¡para la entrevista!, no, no, no pare, pare a ver no se puso nervioso. No se preocupe a ver volvamos a repasar como era, ¿se acuerda que usted me dijo esto, esto y esto? Así mismito, así igualito cuénteme, ya igualito sin adornar, porque a veces la gente te cuenta antes súper cool ¡si vera pasó esto que bestia!, y cuando ya están ahí se vuelven súper normales educadísimos, con unas palabras rebuscadas. Tratemos de ser lo mas claros posible, que la persona sea también lo más natural. Los mejores entrevistados son los que pueden actuar con naturalidad, con su natural personalidad ¿sí? Paramos nos calmamos, y volvemos a repetir la entrevista o paramos y le decimos repítame eso que no se entendió, repita nomás, le vuelvo a hacer la pregunta, vuélvame a responder ¿si? Cuando es en vivo no, cuando es en vivo hay otra mecánica que no siempre se cumple por tiempo, pero que debería ser lo ideal.
Mi productora, por ejemplo para el noticiero en la mañana, debería hablar primero con los entrevistados para comprobar si realmente son televisivos o no, y descartar a las personas que realmente no sirvan para la televisión. Hay muchos problemas que pueden tener los entrevistados. Uno es que no saben hablar bien, otro es que talvez no tienen su voz clara, no es que sea mala, pero no es clara, y no se entiende. Por ejemplo, León Roldós es un pésimo entrevistado y es un gran doctor conocedor de su materia…Yo cuando voy a entrevistarlo en persona no entiendo nada, y en vivo yo pienso que la mitad de lo que dice no se entiende, yo procuro no invitarlo, porque me parece que no logramos lo que buscamos que es comunicación. No tengo absolutamente nada en contra de él ni nada, pero, digamos a veces tiene temas tan importantes que tiene que ser invitado, es el protagonista de una noticia y tiene que ser invitado. Fue candidato a la Presidencia de la República. Todos los medios tuvieron que invitarlo en su momento, pero hay que hacer entrevistas cortas con él, porque no se entiende nada.
Entonces tienen este tipo de problemas, y el mayor problema con el que se pueden encontrar o topar es con los técnicos o los médicos. Tú le preguntas¿qué es el Síndrome de Down?, Si, es el daño del cromosoma no se cómo no se cuánto, te lanza una retafila de términos muy médicos que solo los entienden los médicos. Por eso es importante entender el tema para poder pedirle a la persona que te lo explique de la misma manera en que tú ya lo entendiste. En eso tampoco hay que tener ni vergüenza, ni miedo, ni nada. ¡Doctor no le entendí nada!, hábleme en español, tradúzcame esos términos médicos porque no está dirigido a médicos, esto está dirigido la gente común y corriente que es importantísimo que entienda qué es y cómo se presenta el Síndrome, cómo se puede prevenir, qué podemos hacer, qué hacer con niños con Síndrome de Down, pero si usted me habla en esos términos ni le entiendo yo, ni le entiende mi público.
Un buen periodista se preocupa de que su pieza, su obra, su historia llegue realmente al público. Es nuestro objetivo llegar al público, calar en el público, que él público se acuerde y empiecen ustedes a trascender. Esa periodista o ese periodista, o son buenos no porque son guapos, ni ricos, ni altos, ni gordos, ni flacos, ni nada son buenos porque logran comunicar, logran hacer clic con la gente. Ese es un buen periodista.
El rating
Ahora hablemos del rating. El rating es algo que yo creo que tienen que conocer porque es nuestro padrastro, es quién nos obliga a tomar decisiones con las que no todos vamos a estar de acuerdo ¿No es cierto? Quizá en un futuro ustedes como Universidad pueden crear un nuevo sistema de medición para la televisión. Nadie lo ha hecho y por eso yo me pregunto ¿por qué? Nadie se inventa un nuevo sistema para poder tomar en cuenta el criterio de mayor cantidad de gente para poder decidir qué programación se deja o se pone en la televisión ecuatoriana.
Esto no es de aquí, ocurre en todos los países, o sea, trabajar sobre una muestra no es malo ¿sí?, pero ya hacer una muestra mucho más amplia y no las decisiones, como dijo una de ustedes, se tomen por 200 personas. Es una muestra muy pequeña como para tomar decisiones de peso ¿no es cierto?
(Señala en un recuadro) Ésta es la programación del sábado y esto es un análisis que le hace una empresa privada a Teleamazonas –información confidencial- pero se las voy a mostrar a ustedes ¿sí? Digamos que de la información que envía IVOPE la toma esta empresa que se llama “GEKA” y hace un análisis y nos pinta de colores y todo para que podamos tener una lectura mucho más rápida y comprensible de lo que sucedió, entonces la franja de la mañana del sábado nos pinta con programas infantiles que tienen muy buen rating. Vamos primero con el programa, ya, por ejemplo aquí está el programa “30 Plus”.
Éste es el rating todo público ¿sí? aquí está incluído todo el mundo. Tenemos en este rating…empezó el programa a las 8:31, en la primera cifra que ustedes ven aquí, justo aquí. 20 y 31 es la hora que empieza el programa. 55 mil personas ¿sí? No perdón, 55 minutos dura este programa. Tuvo 4.3% de rating ¿sí? Lo que significó 79 mil personas viendo el programa y la cifra de abajo, el 15.2% que es otra cifra que se llama el “share”.
Ahora les explico: el rating es el número de personas del cien por ciento de personas que ven televisión, cuántas personas estaban viendo mi programa el sábado a las 8 y media de la noche; esos son de rating de la audiencia que tuvo ese día, 79 mil personas estaban viendo mi programa ¿sí? Eso es más de un 4.3% de rating. El 15.2% de share es también importante. Esa cifra me dice que tan competitiva fui frente a mi competencia ¿sí? El primero es una cifra general, digamos, el rating, tomando en cuenta cuántas personas vieron la televisión ese día. El segundo es una comparación entre programas en esa hora.
Entonces, por ejemplo: mientras yo tuve 4.3% de rating, Ecuatorianos en el mundo ese día tuvo 5.9% de rating, “Héroes Verdaderos”, que es la estrella del sábado en este momento, ahora tuvo 6.4% de rating, “Simplemente Mariela”, pega en Guayaquil pero en Quito no pega (porque somos países distintos) ¿sí? Entonces “Simplemente Mariela” tuvo 3.3%, que es un rating alto para lo que ella normalmente tiene en Quito, debió haber tenido algo especial ese día. Algún cantante conocido, alguna cosa que le captó más audiencia. Y la película “Noches del Oscar”, de RTS, tuvo 2.5% de rating ¿sí?
Es el rating, general. Si ustedes suman todos los porcentajes no va a dar 100 por ciento ¿cierto? Solamente se están midiendo los 6 principales canales del país. No se mide Telerama, no se mide Ecuador TV, no se miden otros canales. Tampoco se miden los que salen en UHF ni se miden los del Cable y también me enteré recién que miden los hogares donde la gente sólo juega juegos de video y nada más.
Entonces, todo eso, cuando sumas el 100 por ciento de la audiencia, están incluidas también todas esas audiencias. Si sumamos, las audiencias aquí serían 5, digamos 6 y cinco es igual a 11 y 7 igual 18, corríjanme, soy mala para las matemáticas. ¿Cuánto era? 18. 18, 28 y 29; más o menos 32, 33% de la audiencia está aquí (señalando recuadro en la pared. Lo que quiere decir que la mayor cantidad de la audiencia no está en los principales canales de Ecuador. La principal audiencia ¿quién sabe y está jugando juegos de video?, ¿quién sabe y está viendo cable? Ok, no creo porque el cable todavía no llega a la gran masa de la población, sino solamente a una élite o también está viendo UHF o está viendo los canales que no se están midiendo.
Entonces, fíjense lo no equilibrado que es esta medición, no es real, pero es con lo que nos miden. Ésta. Mientras alguien no se invente otro sistema para medir. Esto lleva años en vigencia, años, 25, 30, 40 años ¿sí? Si las nuevas generaciones no encuentran otra manera de medir esto, entonces, van a seguir siendo esclavas de este tipo de mediciones o este tipo de rating.
Ahora, aquí este sistema nos da la posibilidad de ver qué pasa en nuestros públicos.A quí arriba está el total de medidos y yo abro esto, entonces voy a mi público que es con lo que se vende mi programa.
Mi público es personas 18 +. Entonces miren: la audiencia de los niños baja muchísimo y en mi programa sube casi 3 puntos de rating. Sube a 6.7 puntos de rating. “Ecuatorianos en el mundo” sube a 6.1 puntos de rating, “Héroes Verdaderos”, 6.5 puntos de rating; es decir, ya no es una competencia tan fuerte para mí, en mi público; “Simplemente Mariela” con, 2.3% y “Noches del Oscar”, no varía mucho “Noches del Oscar” en este distinto público. Entonces, con este rating que me pone a mí en el primer lugar de sintonía se vende mi programa. Es decir, con esto van donde los clientes y les dicen: “bueno este programa tiene este rating y aquí está el público que a usted le interesa para vender su producto”. ¿Sí? Mi programa incluso, ha logrado posicionarse tan bien que ya no se vende por rating, es decir, tiene peso, siempre va a tener peso. Pero ya la relación que se ha dado con los años a l aire, se ha logrado mantener una relación con los clientes en el sentido de que consideren la posibilidad de poner su producto por imagen.
Quien quiera tener una imagen de altura en su producto, pone comerciales en “30 Plus” o en “Día a Día” también, porque muchos veces los planes se venden juntos, en paquete: “Me pones en “30 Plus”, pero también me pones en “Día a Día” o al revés: Me tienes que poner en “Día a Día”, pero también me tienes que poner en 30 Plus”. Nosotros le ayudamos mucho a “Día 7”, que salía antes los domingos con Jorge Ortiz. Ese programa no se vendía a nadie por lo polémico y a la gente no le interesa poner sus productos en ningún programa polémico. No quieren ser relacionados ni a favor o en contra del Gobierno en este caso o de ninguna corriente política.
¿Ya no sale al aire? (pregunta del público)
No. Salió Jorge Ortiz y salió todo eso del aire y coincidentemente salieron ese tipo de programas de todos los canales. Eso también tenemos que hablar, lo que está sucediendo con el periodismo de opinión ¿sí?
Entonces esto cambia y vamos a ver qué pasa en Guayaquil. Si nos vamos a Guayaquil: “30 Plus”: 1.6% de rating. Fíjense, ésta es la realidad. Y por eso el programa ya salió el sábado dentro de la programación en Guayaquil.
¿Cuál es el programa que más rating tiene hasta hoy en Guayaquil? “Haga Negocio Conmigo”, “Última Función”, “Héroes Verdaderos…”, no ni siquiera ellos, no tienen tanta audiencia.
“Smallville” (público)
Eso es algo que es muy común en el público costeño: les encanta ver la repetidera, de la repetidera, de la repetidera. Con ellos encima más sale muy barato. La serie Smallville digamos representa alto rating del canal y antes era “El auto fantástico” era el programa de mayor audiencia el sábado en Guayaquil. Entonces, yo les pregunto: ¿Nos damos por vencidos?
Es que precisamente ese es el problema: la gente cataloga a la costa como Guayaquil, y le digo eso porque yo también soy de la costa y yo no veo ninguno de esos programas y la gente que yo conozco tampoco los ve. (Público)
Bueno, ahí está una muestra. Estamos leyendo a nuestro país desde una realidad absolutamente irreal. Es que la pugna regionalista es entre Quito y Guayaquil. Manta, Portoviejo, Latacunga, Tulcán, lo que sea, no tiene nada que ver con la pelea entre Quito y Guayaquil (público).
Yo te digo una cosa: la pugna regionalista es entre los políticos de Quito y Guayaquil, porque entre la gente no existe dicha pelea. Pero todas estas divisiones van a continuar. Por ejemplo en mí está sembrada la inquietud de descubrir ¿qué hacemos?, ¿cómo hacemos? ¿Cómo vencemos esto? Hoy, ya les digo, he fracasado, ya perdí, ya me sacaron ¿sí? Pero no debemos darnos por vencidos, no es una batalla perdida.
Su experiencia
Yo tengo nuevos proyectos, otros proyectos que estoy tratando de desarrollar y que espero que alguno de ellos pegue para las dos audiencias. Ojalá no me equivoque, por eso estoy trabajando con gente nueva, gente como ustedes, jóvenes que me aportan mucho con su idealismo, con su creatividad. Todo eso me ayuda a actualizarme para saber lo que los jóvenes quieren ahora. Es en los jóvenes dónde se tiene que concentrar esta corriente de la comunicación.
¿Crees que si fueses guayaquileña te iría mejor allá? (público)
No creo porque lo que pasa es que allá si se han dado por vencidos y ningún periodista guayaquileño propone hacer cosas distintas. Si se lo propusieran, quizá, pero no creo tenga algo que ver con la presentadora, la presentadora es algo secundario, eso ya está mandado a recoger. Ya una presentadora no pega porque es guapa, eso no es cierto. O sea es importante tener una bonita apariencia para estar en televisión, pero no es indispensable. Es mucho más importante una presentadora que sepa comunicar.
Yo en Colombia tuve una experiencia súper interesante porque tenía una compañera, bueno no era precisamente compañera mía, pero era periodista y nos encontrábamos en muchos sitios. Feita, feita, feita, chiquita, chiquita, chiquita. Con unos lentezotes así, con unos pelos que no, y una facha de hippie; súper introvertida, muy inteligente, con una excelente voz –la voz es importante- eso es más importante que el físico en cierto momento. Y en algún punto alguien tuvo esa visión de…ella era una excelente periodista, de verdad excelente. Y alguien tuvo la visión de peinarla un poquito, arreglarle un poquito y ponerle otra ropa. Pegó como ustedes no tienen idea. No era la más guapa presentadora de Colombia porque allá hay mujeres espectaculares y están en la televisión también, pero pegó porque logró comunicar.
Para mí es indispensable que el que quiera trabajar conmigo, en mis proyectos, tiene que ser periodista. Es importante que una presentadora sea periodista. Ya este concepto que la modelo puede ser presentadora, quizá ni siquiera para otro tipo de programas.
Hay programas como el de Mariela, en que la imagen de quienes se presentan sí importa (público)
Pero es que ella hace un programa que le gusta, o pensamos que le gusta a los costeños o que le gusta a la gente de Guayaquil. Si yo pongo a Mariela a presentar mi programa no la ve nadie. No es la presentadora, es el programa. Si le pones a Polo Baquerizo a presentar “Ecuatorianos en el mundo” no lo ve nadie.
Es que por eso están encasillados dentro de un estereotipo dentro de un papel determinado (público)
Nunca van a poner a Polo Baquerizo a presentar noticias. Es un ejemplo: un tipo como Polo Baquerizo lo pones a presentar un programa como el Pozo…Pero igual ganó en las elecciones… es porque trabajó con los más pobres… (Público)
Es que ahí está su audiencia. Si miramos aquí por ejemplo, vemos cuanta aceptación tiene Polo Baquerizo en su público: 3.3%, yo tengo 1.7%. Smallville sigue siendo el líder. Esto es en un día de audiencia baja, en una audiencia de clase media baja.
Yo creo que podría ser importante y positivo. El problema es que o sea sí, yo creo en algo: es importante la libertad, tú no le puedes imponer a la gente lo que quiere ver o lo que tiene que ver. Podemos ser más inteligentes en ese sentido ¿sí? Tenemos que ser mucho más creativos y entretenidos para poder llegar a la gente, hay una manera mucho más legítima que imponerle lo que tiene que ver porque aunque le impongas no lo van a ver.
Lo que nos va a pasar es que si le llenas de programas culturales a la gente, no van a ver televisión. Contratarán cable, porque aquí, así como la gente no tiene dinero para comer, pero si tiene para comprar un plasma en su casa, de la misma manera acomodarán su economía para mirar los programas que quieren ver. La televisión es muy importante en los lugares ecuatorianos. No hay un hogar, o mejor dicho en poquísimos hogares o personas, que las catalogamos de locas, que no tienen televisión. La gran mayoría tienen televisión e imponer una programación, eso va a ser difícil.
Me parece importante impulsar la televisión nacional, pero es un reto para todos, no es una garantía. Yo río de la gente que dice, por fin va a salir mi proyectito que le tengo guardado hace 10 años y nadie le quiere aceptar. Ahora si les toca aceptarlo porque la ley de la revolución ciudadana así lo manda. Resulta que ahora el 10 por ciento de la producción nacional tiene que ser de productores independientes y el 40 0 50 por ciento es de producción nacional.
Pero esto no te garantiza que te pueden ver, tiene que haber un compromiso de que hagamos cosas buenas. Ahora, si tomamos el ejemplo de lo que está sucediendo en TC, que hoy está en manos del Estado y que ahora tuvieron la oportunidad, la gran oportunidad de darnos un bofetazo con guante blanco. Ya tengo los canales en mi poder, ahora yo les voy a mostrar lo que es hacer buena televisión ¿y qué han hecho? No han hecho nada. Cuando le preguntas al señor Alvarado con qué cara critica tanto a la televisión ecuatoriana si en sus propios canales hay una porquería de programación. Ah es que como son canales comerciales hay que vender.
Qué triste ese concepto ¿no? ¿Tenemos que seguirle dando circo al pueblo? O podemos contribuir de una manera inteligente a entender qué quiere ese público, ¿cómo podemos llegar a ese público con información importante para ellos, para nosotros, para el país en general?
¿Y dentro de este sistema de medición entra Ecuador TV? (público)
No porque Ecuador TV no tiene señal en todo el país. Sólo creo que tiene en Quito, Guayaquil y en algunas ciudades del país, no estoy segura que llegue en señal directa. El problema que ellos tienen es que en algún momento digamos, la explicación que tienen y el algún momento digamos para que hay tanta presión hacia Teleamazonas es que ellos quieren esa frecuencia para Ecuador TV, necesitan esa frecuencia nacional para poder transmitir ese canal. A mí no me disgusta Ecuador TV: tiene programas pésimos, tiene unos programas chimbísimos y tiene unos muy buenos programas.
Como en todos los canales en que hay programas buenos y programas malos (público).
Pero hay canales que tienen más programas malos que buenos. Pero sí, hay de todo, en todos los canales hay de todos. En Quito y Guayaquil está concentrada la audiencia más importante para la producción nacional y a pesar de que Ecuador TV tiene esa entrada para Quito y Guayaquil nadie los ve, porque no puedes imponer que la gente te vea porque tú haces programas buenos. Hay que ver alguna manera de llegar a ese público con ese producto que consideramos bueno. Hay que hablar con ese público para decirle: oiga tengo este programa, quisiera mostrarle esto y cómo me gustaría que lo vea. Ahí van los estudios que podrían hacer ustedes como universidades para poder entender mejor a nuestra audiencia.
Yo tengo mis periodistas concentrados aquí en Quito, lo que hacemos es viajar a todas partes del país. En cada programa tenemos información de Quito, pero tenemos que tener información de alguna otra región; nos turnamos las regiones. Nos vamos hacia la sierra norte o nos vamos hacia la sierra sur o a la costa, pero siempre tenemos información de otras regiones.
Los periodistas viajan hacia otras ciudades ¿por qué? Porque la distancia, digamos, tener un corresponsal en Guayaquil, no es fácil adaptarlos al sistema, a la mecánica con la que yo trabajo. Necesitamos mucho del contacto personal. Entonces es difícil tener una persona lejos, ya me ha pasado, he tenido un par de intentos de tener un responsable en Guayaquil y lo que pasa es que se siente totalmente aislado, nunca entendemos lo que necesita ni lo que quiere, ni lo que hizo, ni por qué no hizo. O a veces no delineamos el tema y no comprende lo que tiene que hacer. No es lo mismo la comunicación directa que hablar por teléfono, mandar un mensaje, un mail. En base a ese criterio, hasta hoy no tenemos gente en otras ciudades.
El negocio en televisión
¿Qué es más barato para el canal: producir un programa o comprar un enlatado, porque a veces los gastos de producción son muy altos?
Comprar un enlatado. Un programa como “30 Plus” cuesta entre 7 mil y 10 mil dólares cada capítulo. Por eso yo digo que solamente un canal como Teleamazonas ha sido capaz de sostener un programa tan costoso al aire y esperarle hasta que tenga su propia dinámica económica, pero obviamente es mucho más fácil tener un enlatado. Tú tienes un enlatado y el mismo programa lo tienen todos los canales latinoamericanos. Este enlatado te lo venden mucho más barato de lo que costó esa serie, pero ellos venden en volumen; se lo venden a varios y así recuperan su inversión y ganan muchísimo más dinero. Un enlatado te puede estar costando entre mil y 3 mil dólares el capítulo, no creo que más. No importa si es un enlatado bueno, malo o regular; a veces los programas más malos son los que mayor número de audiencia tienen.
Tenemos una audiencia que no está preparada para recibir programas de calidad, entonces es ahí donde tambaleamos porque no todo los canales están dispuestos a sostener un muy buen programa, muy costoso que pocos quieren ver.
Nuestro país está mayoritariamente formado por personas que les gusta ver ese programa como “La Taxista”. No les gusta ver “30 plus”, no les gusta ver “Día a Día”, no les gusta ver “Mitos y Verdades”, no les gusta ver “Ecos”, no les gusta ver cualquier otro programa que tenga algo de calidad. Les encanta ver “Mi Recinto”. Es una lucha en la que tratamos de romper esquemas, es la realidad.
A la gente aquí le gusta la programación basura. ¿Cómo cambiamos eso? No podemos imponerle y decirle “tiene que verme”, pues no lo vamos a lograr así, sino que entender a este público para poder crear productos de calidad con los que se sientan identificados. Tal vez no se sienten identificado conmigo: rubia, ojos claros, no soy una persona que realmente represente a los ecuatorianos, tal vez yo no soy la presentadora adecuada. Por eso te digo, ese esquema, esa mentalidad de la chica regia, guapísima, rubia, cuerazo, que tiene que estar en pantalla; tal vez ese no es el esquema para llegar al público ecuatoriano aquí, porque no te identificas con esa persona que te está contando cosas.
Tenemos que buscar, que estudiar; hay que entender a la audiencia para poder darle productos de calidad que se adapten a sus necesidades, que respondan a sus gustos de tal manera que sea como una negociación. Tú ya conoces a tu público, a tu público le gusta la programación basura entonces digo ¿cómo le presento productos de calidad que sean entretenidos? A la gente le gusta entretenerse, por eso es que estos programas pegan tanto. Entonces hay que buscar la manera de ser entretenidos y ser educativos al mismo tiempo. Yo creo que sí se puede.
30 Minutos Plus
La evolución de “30 Plus” lo demostró. Hemos llegado a un punto en donde no sé si evolucionemos más. Creo para evolucionar más necesito gente como ustedes; necesito delegar un poco la dirección del programa para que haya innovación. Mi mentalidad es ésta, entonces es buena para la generación en la que estamos ahorita pero va a llegar un momento en que o nos innovamos o desaparece el programa. El programa puede mantenerse pero tiene que tener innovación tecnológica, o sea en producción y tiene que tener innovación en la parte de realización periodística y tenemos que empezar a entender y aprender. Tal vez tengo que salir yo del programa y que entre otra presentadora.
El periodismo se puede manejar desde muchas aristas, no necesariamente yo me siento periodista porque soy presentadora de mi programa. Yo me siento periodista por muchísimas otras cosas que he aprendido en este medio, porque conozco nuevas cosas que quisiera llevarlas a la práctica. Si en algún momento alguien me dice “mira hemos hecho este estudio y si tu quieres que tu programa siga sosteniéndose en el tiempo y pegando en un público mucho más amplio, lo conveniente es que pongamos a tal persona”. Yo me salgo, lo que me interesa es que mi producto se mantenga; por eso les digo: en el camino te conoces como periodista.
¿Qué es lo que interesa? ¿Te interesa ser famoso? ¿Te interesa tener dinero? ¿Te interesa contribuir con tu trabajo? ¿Qué es lo que les interesa?
El compromiso en el trabajo
En esto hay que tener mística, hay que tener compromiso y el compromiso principal es romper esquemas. Rompamos estos esquemas que tenemos en la producción nacional ahorita para poder dejar de creer que a la gente solo le interesa la programación basura. Hoy creemos eso, porque los ratings dicen eso. ¿Será verdad? Yo pienso que no, yo pienso que sí hay gente que le interesa saber cosas y educarse y aprender más. Llenar su cabeza de conocimientos a través de esta hermosa compañera que es la televisión, porque a la gente le encanta la televisión. Yo sé que sí hay gente que le interesa ver otras cosas, pero mientras nos sigamos midiendo por esto no nos queda más remedio que creer que nuestra población le gusta la programación basura. Romper esos esquemas es un reto que ustedes tienen para romper esos esquemas en conjunto.
La religión es importante aquí en el Ecuador y a mí me dicen “por favor, no nombrarás a Dios”, porque es como si dañaras la formalidad de un periodista. Un periodista no puede ser religioso ¿por qué? No sé, nunca me ha podido explicar eso. Hablar de Dios en televisión ustedes ven que nadie lo hace, es un tema delicado.
“La Rosa de Guadalupe” es una manera entretenida de llegar al público porque lleva un mensaje de reflexión muy interesante a través de un mecanismo que a los mexicanos les gusta. Este programa pega mucho en México. Ojalá nosotros nos inventáramos una manera de llegar con esos mismos mensajes o con ese tipo de mensajes a nuestra juventud o a nuestras familias ecuatorianas y educarlos de esa manera, de una forma entretenida.
“Mostro de Amor” es también un ejemplo interesante, yo no descalificaría estas novelas de “La Taxista”, “El Cholito”, porque el éxito de esas es que han logrado realmente representar a nuestra gente. Prefiero ver mil veces “Mostro de Amor” a ver una telenovela venezolana que era de lo que estaba invadida nuestra televisión hasta hace muy pocos años. O la típica novela mexicana donde la empleada se enamora del patrón y líos así, súper distantes de nuestra realidad.
Las novelas colombianas también creo que cuentan cosas interesantes, pero también creo la calidad de la novela colombiana me gustaba mucho más: se basaban en el humor. Ahora que los éxitos colombianos se basan en la violencia también es cuestionable: “El Capo”, “El Cartel de los Sapos” son temas súper interesantes. A mí me encanta el tema del narcotráfico pero no me parece muy educativo.
Entonces esta iniciativa de hacer novelas aquí no es mala, de hacer producción nacional no es en sí malo. Reírse de uno mismo no es malo y yo creo que hay espacios y espacios: Está lo de la “Pareja Feliz”, pero hay este otro programa en Gamavisión que me parece incluso hasta mejor, que era el antiguo productor de “Vivos”, que se llama “Ni por aquí, ni por allá”. Es chistoso, y sí, explotan la figura de la mujer, se burlan de los homosexuales, tienen en un plano muy inferior al serrano, al indígena ecuatoriano, pero si se ponen a ver, ellos han estudiado a nuestra población y eso es una realidad.
Pero yo digo no podemos imponer, hacer ese tipo de espacios y nuestro reto es hacer una cosa: que recupere los valores de la gente y que tenga audiencia, porque si hacemos lo contrario, o sea nos ponemos a competir con la pareja feliz y hacemos un programa en donde en vez de explotar a la mujer ecuatoriana, resaltamos todos sus valores. En vez de resaltar el machismo, resaltamos la igualdad que hay en muchos hogares ecuatorianos y si nadie nos ve ¿qué hacemos?
Ese es el reto, hay que hacerlo de una manera entretenida y que a nuestro público le guste. Y que a través de la risa, de verte a ti mismo y reírte de ti mismo puedas reflexionar y decir no, mi esposa, mi mujer, la mujer ecuatoriana no puede ser sobreexplotada. Es mucho más que unas buenas piernas, que unas buenas chichis, mucho más que eso. Y ¿cómo llegamos al público con eso? Es un reto que ahorita debemos hacerlo. Si se aprueba esta ley de comunicación vamos a ver cuál es la programación ecuatoriana que presenta. Yo les apuesto que de 10 programas, nueve van a ser basura para el público, para lo que creemos que es nuestro público y ningún programa valdrá la pena.
Entonces son ustedes los que están a punto de salir a las canchas, como se dice, y que tienen el reto de pensar. Piensen desde ahora, piensen cómo pueden vencer esta triste realidad en la que vivimos, en la que vemos un montón de programas que no nos gustan a nosotros. Que son privilegiados porque van a una universidad, tienen un hogar.
La sintonía de la programación
La realidad de nuestro país no es esa. Tenemos un país donde 3 millones de hogares están sin papá o sin mamá. Con chicos, chicas, jóvenes que viven solos. Quizá alguno de ustedes es parte de esa realidad. Quienes están aquí son la excepción de lo que generalmente está ocurriendo en los hogares ecuatorianos. Pocos chicos hijos de migrantes aprovechan ese sacrificio que hacen sus padres para culminar sus estudios universitarios. La gran mayoría se están gastando el dinero en otras cosas; son víctimas del abandono de sus padres, se han dejado llevar por esa realidad.
Mi principal competidor en todo público es este programa que se llama “Héroes Verdaderos”. No me gusta criticar a la competencia porque cada uno debe luchar por lo suyo, pero a mí por ejemplo ese programa que pega tanto me da iras. No es una rabia basada en la envidia. Me da rabia que un programa tenga tanto éxito cuando está basado en la desgracia de la gente.
Meterse en el hogar de una familia y filmar, exponer sus tristezas y su dura realidad no me parece. No me parece que debemos aprovecharnos de la realidad de nuestra gente para tener éxito, para tener rating. Esa misma persona que te cuenta que perdió a la mamá, al papá, que le abandonaron de chiquito, que le botaron a la calle y tuvo que sobrevivir solo en medio de la basura; que le violaron, le pegaron, le dejaron en un orfanato. Es una cadena de desgracias que pasas llorando todo el programa. El objetivo de ese programa es causar lástima. No podemos usar a nuestra gente para en base a la lástima tener rating y tener a una gran presentadora, a una gran modelo meterse en una casa y vivir un día lo que esa familia vive todos los días y es ¡qué sacrificio!, qué valentía de esta presentadora que se mete ahí y –yo no creo que sea cierto- supuestamente pasan un día completo con la familia, yo no creo.
Yo me acuerdo que de esos programas el que más rating ha tenido,' es el de Marián Sabaté. Marián Sabaté vomitó, se desmayó, y no vomitó –desde mi punto de vista, porque la conozco- no creo que haya vomitado porque estaba enferma como estaba diciendo. Estoy segura que vomitó de ver en la cama que tenía que supuestamente dormir con dos mujeres que dormían las tres en una misma cama, ese es parte del reality, del programa. Yo no creo que haya dormido ahí. Pero era de verle la cara de asco que tenía de ir a compartir con esta familia y fue el programa que más rating tuvo. Lloró, eso sí lloró porque le salen las lágrimas como que fuera la lluvia que tenemos aquí afuera.
Es una porquería de competencia la que tengo, y esto les digo porque estamos en confianza, no lo puedo decir públicamente. Pero qué triste, yo quisiera hacer lo mismo pero basado en un segmento que yo tengo en mi programa los buenos somos más. Es un segmento que rescata los valores de la gente, que logra superar sus dificultades y sale adelante. Hay gente valiosísima en el país, ustedes no se imaginan. La que más me impactó fue la de una señora con parkinson que le botaron de su trabajo y ella no se dio por vencida y se puso su propio taller de costura
¿Qué vale más, que yo me siente con la señora con parkinson para que me cuente su triste historia de cómo le botaron del trabajo y qué tristeza, pobrecita cómo tiene parkinson? O vale resaltar la historia de esta persona que tiene parkinson y a pesar de eso salió adelante.
Ese segmento yo lo creé porque en toda la historia de nuestro programa nos encontramos con historias tan duras y yo me propuse no causar lástima, no podemos causar lástima. Tenemos que resaltar los valores de la gente. Entonces, a raíz de esto se creó este segmento y espero que me acepten la propuesta de que se convierta en un programa de televisión en donde podamos presentar 3, 4, 5 de estas historias de gente que nos enseña que no podemos sentarnos a llorar sobre nuestra triste realidad, siempre hay una forma de salir adelante.
Hay un tema importante y con esto quiero finalizar y es que quien quiera ser periodista sea consciente de que tiene que cumplir con las leyes. Hay leyes que no nos pueden gustar pero ese no puede ser el concepto con el que nos podemos manejar. No les voy a preguntar pero sé que muchas de ustedes están de acuerdo con el aborto. Yo no estoy de acuerdo con el aborto, ese no me da a mí el derecho de poner mi pensamiento sobre el de ustedes. Eso no quiere decir que no podamos debatir si el aborto debe ser legal o no como en otros países. Podemos debatir, pero no podemos inducir mediante un programa de televisión a que se practique un aborto cuando hay una ley que está prohibiendo eso.
Los límites del periodismo
El periodismo sí tiene límites. Yo me sorprendo cuando un periodista dice: “Yo soy periodista y tengo derecho a preguntar lo que a mí se me dé la gana y decir lo que a mí se me dé la gana porque usted es un personaje público”. Eso no es cierto, ¿dónde dice eso?, ¿quién les dio ese derecho?, ¿dónde está escrito? La dignidad la tenemos todos, desde el ministro de estado, hasta la última persona que podamos ver en la calle en sus últimas consecuencias. Esa persona tiene dignidad y tiene derechos. Se puede informar lo que hace un personaje público sin afectar, sin dañar su persona. Si ha hecho algo malo hay que decirlo.
Alguna vez he oído decir a algunos periodistas: “Ah, no importan los derechos, lo que importa es el rating, lo que importa es pegar”. Primero que periodistas, somos seres humanos que estamos llamados a respetar el orden.
Ningún periodista es infalible y algún rato puede equivocarse, pero yo sí creo en los periodistas de buena fe. Hay momentos en que los periodistas se equivocan y por el tiempo a veces no entendemos un tema y eso nos lleva a cometer errores. La responsabilidad de un periodista debería ser que si yo cometo un error en buena o en mala fe, debería rectificarlo sin que nadie me pida que lo rectifique, sin que nadie me obligue a rectificar porque la Constitución de la república garantiza el derecho al buen nombre y nos obliga a los periodistas a rectificar la información mal entregada.
La rigurosidad permite menos errores, por lo menos en “30 plus” sí. Sí hemos cometido errores, pero los hemos corregido nosotros mismos, no han sido errores que han dañado a nadie. Pero es la rigurosidad lo que nos cuida de rectificar y rectificar es una falla, es un fracaso. Un periodista que tiene que rectificar sí debe tomarlo como un grave error.
Eso chicos, muchas gracias a ustedes
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