Jueves, 21 de octubre
Sala maestrías 3 – Universidad de las Américas
Conferencista: Mónica Almeida (Editora de Diario El Universo)
Relatoras: Ana María Calero y María José Carrera
En el Periodismo de Investigación, nuestro objetivo es el centro del círculo, al cual nos acercamos desde afuera. Por lo que, el último en ser entrevistado es el mayor implicado conjuntamente con sus amigos, colaboradores y gente muy cercana. Así, no se da cabida al cierre de puertas informativas.
Generalmente, cuando empezamos a armar este rompecabezas, lo que tratamos de hacer es buscar lo que ya está publicado. Necesitamos saber qué ha presentado la competencia u otros medios.
El siguiente paso son los documentos físicos y electrónicos. Estos tienen la ventaja de hablar, porque cuentan historias. Entonces, mientras nosotros trabajamos con documentos en bases de datos, la persona a la que estamos investigando no se va a enterar lo que estamos haciendo.
Tras la búsqueda documental recurrimos a los terceros. Puede ser gente que está implicada con ellos, etc. Estos nos van acercando al centro del círculo: los amigos, los cercanos colaboradores y luego, el implicado propiamente dicho.
En toda esta búsqueda del principio y de los antecedentes es necesario tener claro qué se está buscando. Por eso la hipótesis que hayan hecho o por lo menos la idea que ustedes tengan de un caso específico tiene que estar delimitada, porque cuando investigan, resulta que han pasado mucho tiempo estudiando algo que de pronto no es tan relevante, o que se te va de la línea del tiempo en la que tú estás trabajando.
Entonces, es importante tener los antecedentes de qué es lo que se necesita. Esto no significa que no se va a aceptar otro dato. Se me ocurre por ejemplo el caso Telecsa, empresa que creó celulares con dinero del Estado. Por tanto, desde cuándo comienzo a investigar. ¿Comienzo desde el principio o solamente lo que me interesa, desde que les dieron el contrato a esos italianos que eran sospechosos?
Cronología, fuentes y documentos
Posteriormente, para ayudarle a uno a trabajar es relevante la cronología o la ayuda memoria. Se debe tener una idea del marco legal sobre el tema en que se está trabajando y, por último, a partir de ahí, ir haciendo una lista de las fuentes y de los entrevistados. Uno tiene que moverse en dos espacios. Por un lado, la investigación, todo lo que estamos leyendo, los documentos, viendo quién me puede ayudar o darme un dato acerca de la propiedad, el notario, etc. Y, por otro, organizar los datos que se están recogiendo. De lo contrario, después de tres meses les aseguro que se van a tardar un mes más solamente tratando de organizarlos y, de pronto se van a dar cuenta que la información todavía no está completa. Mientras uno va recopilando y sacando información, de dónde sea que la esté sacando, al mismo tiempo tiene que saber organizarla porque si no te llenas de muchos datos y muchas entrevistas. Hay veces que uno hace 40 entrevistas para una investigación y si no las organizas desde el principio, te pierdes.
Para esto nunca hay una fórmula exacta de cómo se deben hacer las cosas. Pero es importante saber que uno tiene que hacer sus carpetas, fichas electrónicas, etc. Y, en caso que ustedes piensen que hay un peligro, hay que hacer copias de seguridad. Tenemos los datos, vamos organizando nuestro archivo, tenemos nuestros documentos guardados con copia, etc. Una vez que hemos avanzado, vamos a un cruce de datos, que consiste en confrontar la cuestión. Volviendo a los antecedentes, es básico tener muy claro quiénes son los personajes. Obviamente esta lista va a variar. Por ejemplo, nosotros ahora estamos investigando un posible enriquecimiento ilícito de un asambleísta y, al principio, tenían una lista de la persona: de su familia, de sus llamadas, de toda la información de cargos públicos, de sus asesores, etc., Pero de pronto aparece el nombre de un personaje que no estaba en la lista y que resulta muy importante. Es un aportante de campaña que además tiene su historia -siendo una persona que por ejemplo sirve a algunos políticos, para mover gente en las calles, etc-.
La lista puede variar. Sin embargo, al principio uno sabe con qué parte, uno sabe con qué vista uno comienza. De modo que si la lista varía, uno sabe a quién saca y a quién pone. Es fundamental saber: quiénes eran esas personas, a quiénes representaban, qué intereses había detrás. Hay gente que, por ejemplo, uno sabe que estuvo un año en un gobierno y después salió, lo mandaron, renunció, se compró muchos bienes o simplemente salió y está resentido. Puede servir también de fuente.
Detalles que se pueden investigar
El contexto político también es importante: saber cómo sucedieron las cosas, si se tenía un ambiente político a favor y si era un gobierno fuerte. Todo ese tipo de cosas son significativas cuando uno está estudiando por qué hubo determinado fraude o por qué se tomó cierta decisión y quién ocupaba determinado cargo -algún familiar, un primo, etc.-, puesto que este país funciona por redes familiares y, generalmente, también por amistades de colegio o de universidad. Incluso para los negocios funciona así. Uno sabe que hay muchos intereses familiares, de modo que cuando se está investigando a cierta persona comienza a ver qué ha hecho la hermana o hermano. Generalmente es así. Es muy raro, digamos un 30 por ciento de empresas que uno investiga resulta ser verdaderamente gente distinta que se une y que tiene acciones para participar en una compañía.
Por otra parte, hay que desconfiar también de las cosas que uno encuentra publicadas. Por ejemplo, hoy el diario El Universo publica algo y mañana llega una carta de rectificación por un error. Sin embargo, esa carta es publicada el sábado o el domingo, pero como ustedes hacen la búsqueda en la web, esa carta no va a aparecer. Lo que va a aparecer es lo que está publicado. Entonces, es un background, es un contexto lo que ustedes están haciendo. Si van a citar algo de ese periódico de esa publicación, de ese libro o de lo que sea, tienen que confirmar que es la verdad.
La carta de rectificación se publica sábados o domingos porque es el día en que más se compran los diarios. Es para que la mayor parte de público se entere de que hubo un error y se está rectificando. La mayoría de los periódicos funcionan así. Las cartas no llegan al periodista o al editor, éstas le llegan primero al Director del periódico y luego al abogado, siendo un tercero quien determina si hubo o no hubo un error. Se evalúan las razones del periodista. Se determina si es un llamado de atención o es una multa. Hay veces en que el editor interpreta de distinta manera al periodista y cambia el texto. Ese es un error mucho más grave. Es por eso, que se evalúa qué fue lo que sucedió, hubo o no hubo error y luego sí, analizar cómo solucionarlo. Porque pasa que los lectores al ver que hubo un error ya empiezan a dudar de todo y afecta mucho la credibilidad del medio.
Luego que ya hemos revisado todos estos antecedentes, empezamos a trabajar. Es muy necesario –depende también del caso- que uno haga una cronología para determinar quién hizo, qué y cuándo. Nosotros estábamos en este caso de enriquecimiento ilícito. Ahí hay una relación con un señor que trabaja en la Procuraduría y que mientras trabaja allí es también abogado defensor de un señor acusado por el Estado y por hecho. Para hacer una investigación de ese tipo, uno necesita saber de cuándo a cuándo estuvo en la Procuraduría, desde cuándo fue abogado de este señor, durante qué tiempo salió a trabajar en la Comisión de Anticorrupción. Es necesario ordenarse un poco -no tenemos la mente de la computadora-, así que es importante, de acuerdo al tipo de trabajo, tener una cronología.
Hay otros trabajos en que no es necesaria, pero ustedes deben tener presente cuándo es bueno tener una cronología, un archivo, qué tipo de archivos, etc. No es que ustedes van a empezar a escribir la nota en la cronología. Esto es simplemente como una ayuda memoria. Por ejemplo, en junio del 2008 pasó tal cosa y cuál es la fuente. Además cuál es el documento o la entrevista que me sustenta eso, porque sino después de seis meses tienes la cronología, sabes que algo sucedió en tal fecha pero no de dónde sacaste el dato. Por eso, mientras armas tu cronología debes organizar bien los datos para entonces poder saber de dónde provino esa fecha.
La organización de la información y algunos tips
Luego, los personajes o las empresas son los más importantes. Las empresas finalmente son las personas jurídicas. El archivo electrónico que es muy bueno es un Excel. Ustedes abren este documento, por ejemplo en caso seguros y, uno va poniendo en cada hoja a la persona o la empresa a la que está investigando y que está relacionada con este caso. Es importante un Excel porque en esa hoja electrónica tú puedes almacenar y copiar las bases electrónicas de datos. Hacemos un copy-paste (copia), la pegas en la hoja Excel y, entonces ya tienes toda la información almacenada en una misma hoja. Y si quieres comparar nombres o comparar fechas, copias celdas, las pones en una columna y las organizas. Esa es una ventaja del Excel. Incluso, hay gente que hasta la cronología la trabaja en Excel.
Hay veces que uno tiene que investigar casos que se relacionan con contratos. Entonces un tip para contratos es leerlos y verdaderamente entenderlos. Yo sé que es un lenguaje complicado, que son términos notariales, en que cada tema tiene una cláusula y cada cláusula tiene una sub cláusula y etc. Pero uno tiene que darse ese trabajo. Hay contratos que son así, por ejemplo Coca-Codo- Sinclair.
Hay muchos documentos que son repetidos. Hay muchas cosas que son nombramientos, etc., y, generalmente cuando uno lee este tipo de cosas, uno no sabe. Se trata de un lenguaje en que uno sabe que le vende un servicio o un bien a otra persona: el Estado paga, se hace una especie de garantía, cómo es el seguro, etc. Pero, generalmente las cosas que uno no entiende, tiene que revisarlas con un abogado. Por ejemplo en el caso de Telecsa, nosotros teníamos el contrato de creación de la empresa, el contrato en que se negocia por parte de Pacifictel y Andinatel la compra de estos teléfonos. Luego otro contrato con los italianos y luego otro con la que era la administradora anterior y, finalmente, el contrato para comprar los teléfonos. De manera que cuando tienes cinco contratos, es elemental hacer una ayuda memoria por cada uno y tratar de entender cómo se relacionan entre sí.
La otra cosa que es muy importante en el método es que cada semana o cada 10 días uno se manda un memo o una carta diciendo: esta entrevista es interesante y tengo que hacer todavía tal cosa. Así uno va encadenando cómo trabaja. De lo contrario, le garantizo que no puede tener todo en el cerebro. Generalmente en un caso grande -aunque todos los casos son complicados-, a menos que ustedes quieran coger una institución fiscal y publicarla por partes en el periódico o hacer un trabajo sobre eso en la radio o la televisión. Eso es fácil porque tú estás publicando la investigación de un tercero. Pero cuando uno está haciendo la investigación y uno tiene muchas fuentes, muchos documentos y muchos datos que se cruzan y que hay que confirmar, entonces, una vez a la semana, uno va anotando en una libreta o se manda un mail diciendo las cosas que debe hacer. Así uno se va acordando de cosas, sino los datos se te van. Se te pueden escapar pistas interesantes.
Internet: una herramienta del Periodismo de Investigación
En otro tema, está el internet que es una gran ayuda. Lo único a lo que yo me voy a referir sobre el internet es la cuestión de bases de datos y registros. Yo no sé por qué la gente joven ya no usa la guía telefónica que ya está en la web. A veces yo pido que se busque a tal persona y dos días después pregunto si ya se la entrevistó y me dicen que no la encuentran. A lo que yo pregunto: ¿nadie tiene teléfono? ¿Ya buscaste en la guía telefónica? Y me responden que no. Entonces no se trata de que porque mis compañeros no lo tienen en el celular no lo voy a entrevistar. Incluso, en cnt.com.ec se puede buscar por provincias, por nombres y todo. Es una cosa que alivia la vida.
Por otro lado, hay toda una serie de registros en las que uno va a buscar datos. Por ejemplo, un Registro mercantil. Allí es donde está guardada la historia de las empresas. Es público. No está en la web lamentablemente. Para ello tienes que pagar. En este servicio mercantil, por ejemplo, yo quiero saber algo, hablemos de Porta. Si no me equivoco la sede es en Guayaquil. De modo que mando una carta a Guayaquil para pedir que me den su historial mercantil. Entonces me van a dar -son solo datos, no son las escrituras- datos sobre la creación de Porta, escritura número tanto, inscrita en el notario cuarto de Guayaquil el 5 de diciembre de 1990. Te van a dar algo semejante a la vida de la empresa.
En este país no es necesario inscribir cuando tú cambias accionistas, no necesitas hacer un cambio en tu escritura pero sí es necesario cuando tú cambias el representante legal o cuando cambias el gerente. Así dice la ley. Pero, cuando se cambia de gerente, a veces anexan una hoja sobre la reunión de los accionistas y todos firman. Entonces, ahí uno puede tener la pista de los cambios de accionistas que hubo. En el caso Telecsa por ejemplo, eso fue muy importante porque como habían cambiado de antemano las empresas, cambiaban de gerente y había juntas de accionistas, entonces ahí vas viendo cómo todo se entrelazaba. Claro que es mucha búsqueda en el Registro, además que te cuesta aproximadamente 15 dólares por darte el historial.
Luego hay los registros catastrales. Esos en cambio son los registros de las casas, de los terrenos, etc. Lamentablemente, no todo el mundo los tiene en formato electrónico, y segundo –este país también funciona así- el momento en que saben que uno ha logrado descubrir un dato de alguna manera, te cambian la base electrónica. A mí ya me ha sucedido dos veces. Una en la Superintendencia de Compañías y otra cuando investigamos a las señoras Cecilia Armas y Mariana Yépez. Esto se debió a que antes en el Registro Mercantil del Municipio de Quito, cuando uno entraba a la web, iba al Registro predial, se podía poner un nombre y aparecía la información de si esa persona tenía o no una propiedad en Quito, lo cual para nosotros los periodistas era fabuloso porque ibas a investigar y sabías quién tenía qué. Cuando investigamos sobre la señora Cecilia Armas tenía los cambios de algunas propiedades. Pero les aseguro que al mes después cambiaron la base de datos. Ahora para entrar necesitas en número de predio, que es lo que te aparece en el pago del registro catastral, y el único que sabe ese número es el propietario. De todas maneras uno se las arregla, porque tiene alguien en el Municipio al que pide que busque a determinado sujeto. Esa persona sí tiene la capacidad de ingresar a esa base de datos y darte el número de predio y con esto, uno ya puede ir a la base electrónica y sacar información. Desafortunadamente, entorpecen el trabajo, pero uno como periodista se las arregla para darle la vuelta a las cosas.
Las bases de datos de las instituciones al servicio de la investigación
Por otro lado, en la Notaría, así como están los registros de las empresas, están las declaraciones juramentadas. Así mismo, están los registros de las licencias de conducir, los registros de matrículas, los expedientes de las Cortes de Justicia, etc. Por supuesto que no todo el mundo tiene el registro de los juicios en la red. Entonces cuando tú ingresas a la Corte Nacional y a la Corte de Pichincha -aquí en Quito funciona bien, en Guayaquil no funciona igual- y puedes buscar por nombres del demandado, nombre del que demanda, por corte, por número de juicio, por sala, etc. En cambio en Guayaquil tienes que buscar por número de juicio, sabiendo en qué juzgado está, sino no te aparece. Pero felizmente para todo hay solución, por eso uno no debe dejarse amilanar por nada. Siempre en Guayaquil uno puede recurrir a la guía, físicamente, y preguntar cierto nombre con el número de cédula y pedir que se verifique si dicha persona tiene juicios. Entonces, le dan a uno la guía de si esa persona tiene o no juicios. Con ese dato debes ir a entenderte con el secretario del juzgado para que te dé el expediente, pero eso sí es complicado. A veces uno va y el expediente ya no está en el juzgado sino en el archivo, entonces hay que ir a pedirlo. Por eso digo que si ustedes quieren reproducir algo que ya se ha hecho, es fácil; sino éste es un asunto un tanto detectivesco.
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Las bases de datos del SRI es una de las primeras cosas que uno consulta ahora, porque puedes ver ahí el pago de impuesto de una persona. Lo más importante es que puedes buscar con nombres y, finalmente llegar a un número de cédula. Ese número de cédula obviamente te sirve para ir al Registro Civil, para saber cuándo nació, con quién está casado, si es soltero, si es extranjero, etc. Luego, si ese además de ser el número de cédula también es el RUC, esto te sirve para saber si esta persona tiene un negocio, etc. A veces resulta que buscando en la web te aparecen planillas de pago de alguna institución pública. Eso es interesante.
La Superintendencia de Compañías también es útil. Cuando nosotros hicimos lo de Telecsa, nos dimos cuenta que era buena esa base de datos. Por ejemplo, la compañía se llama El Universo S.A., y en la hoja me aparecen los representantes legales: el vicepresidente y el presidente, además de sus nombres completos y los números de cédula. Ese dato es genial porque entonces ya tienes averiguado el nombre completo. Hay que tener en cuenta que otro gran defecto que tenemos en este país es que nadie se acuerda de ponerle a nadie los segundos apellidos y, si ustedes buscan a una persona con mayores especificaciones, es más fácil encontrarla. Sacamos entonces todos los datos de Telecsa: que el presidente firmó un contrato, que tuvieron que huir por problemas con la empresa, etc. Pero al mes la base de datos cambió. Entonces ya no aparece el número de cédula, ahora solamente aparece el nombre de los representantes legales. Te complican el trabajo. De modo que uno debe buscar a alguien en el Registro Civil que pueda ayudarte, o de lo contrario buscar en distintas bases de datos. Uno igual lo consigue, pero a lo que antes era más fácil entrar, ahora se complica.
Luego están los documentos. Pero hay que tener cuidado si se trata o no de un documento legal, en caso que no te lo esté dando un Registro Mercantil, un notario, una superintendencia, etc. Siempre se debe comprobar o por lo menos fijarse si ese documento puede ser legal, porque nunca faltan quienes te dan documentos falsos. Eso tiene mucho que ver con tener cabeza fría y ética periodística para saber cómo uno se maneja. Por ejemplo, hay gente que falsifican sellos, otros una firma, etc.; entonces, uno tiene que ser muy cuidadoso para identificar ese tipo de cosas.
También les contaba que hay anexos en los contratos. Cuando hicimos el caso Isaías, el reportero leyó el contrato dos veces y dijo no encontrar cuáles eran las irregularidades. De modo, que llevé el documento a mi casa y lo empecé a leer. También me fijé en los anexos, porque casi todos los contratos los tienen –una parte central y los anexos-. Y, apenas leí el primer anexo me di cuenta que los señores Isaías, William y Roberto, se reunieron en el mes de septiembre del 98 para hacer todo un traspaso de sus acciones a una inmobiliaria, a una institución que se llamaba AGD (Agencia de Garantía de Depósitos). Entonces, me di cuenta que se transfirieron las acciones –no estoy exagerando- de 20 inmobiliarias. Lo interesante es que eso fue en septiembre y la creación de la AGD fue aprobada el 30 o 31 de octubre. Es decir, ellos antes de que se cree esto ya sabían el nombre de la entidad, además sabían que iban a entregar el banco, porque el banco estaba mal, estaba casi quebrado. Y, a pesar que el reportero lo había leído dos veces no lo notó, entonces fue bueno leer hasta los anexos y saber la importancia que tienen. Luego, ya una vez que descubrimos eso, teníamos la prueba de que ellos se sirvieron de ciertos diputados para que aprueben la AGD, porque ellos sabían lo que iba a pasar. Yo estoy muy a favor de trabajar en equipo, no tanto de trabajar solo un tema y menos cuando tú estás haciendo un trabajo sobre el mayor banco del país que se fue a la quiebra y tienes todo un proceso político que los ayudó a que el Estado se haga cargo, ayudándolos a imprimir bonos, etc. -finalmente terminamos en esta crisis por ellos, por pretender ayudar al mayor banco del país, porque de lo contrario iba a generarse una gran conmoción social- . Todo ese cambio de influencias que hubo y todo lo que esto supuso, es un trabajo titánico para ponerse a hacerlo uno solo. Es mejor hacerlo entre dos o mejor entre tres, porque hay muchos documentos y son muchas cosas las que uno tiene que descifrar.
Por otro lado, uno nunca sabe cuándo va a usar el documento que tiene y por eso es importante usar un resaltador amarillo, debido que para fotocopiar ese documento, éste no te oscurece lo que has subrayado. Entonces ese documento lo presentan en una sección en el periódico y no pasa nada. Los documentos, por más sencillos que sean, uno nunca sabe para qué le van a servir después. Por eso, es mejor hacer anotaciones en otro lado y a ese documento dejarlo intacto, sino deberás pedir otra vez que te den el fideicomiso o la escritura. Es mejor cuidar los documentos, porque hablan mucho y uno los tiene que tratar con respeto.
Conocer de todo un poco
Los periodistas debemos tener cierto conocimiento del marco legal y saber cómo funciona el Estado. Tú debes saber cuántos poderes hay –ahora se ha creado uno más-, debes saber qué hace cada uno de esos poderes del Estado, a quién responden y cómo funcionan; para poder saber quién controla a quién. Se debe conocer los organismos de control, que son los llamados a hacer la fiscalización. Además, cuando uno se mete en las cuestiones de investigación, uno debe saber las normas de contrataciones públicas y manejar la página web del INOP (Instituto Nacional de Obras Públicas). Lo fundamental para todo periodista son las normas de acceso para toda información, es decir, saber cómo plantear los recursos de acceso, porque no se trata solamente de la carta -tengan en cuenta que cuando no les quieren dar información, la gente se agarra de que no redactaste bien el párrafo en que explicas qué información necesitas; entonces ya perdiste dos o tres semanas en eso-.
Por eso es importante saber claramente qué es lo que quiero. Por ejemplo, yo quiero una nómina y quiero copias del documento, entonces debo redactar bien, fundamentando que toda institución que recibe fondos públicos tiene que dar información. (La ley dice que si se reciben fondos públicos se debe transparentar la información).
En otra ocasión, conversábamos en Fundamedios acerca de los canales incautados de los Isaías. Ellos dicen que son privados pero que están incautados, pero ellos están siendo administrados por el Estado y reciben fondos públicos. Por tanto, ellos están obligados a dar información. Es así de sencillo. Pero claro, si uno no sabe que cualquier institución que recibe dinero público tiene que transparentar información, uno piensa que no les puede pedir. Entonces, es muy importante tener muy claro estas normas de acceso a la información y saber cómo trabajar para no dejarse engañar por la autoridad. Cuando uno ya está en un caso específico de empresas, tiene que saber cómo funciona esta cuestión de contratación pública, de contratación privada, si es fideicomiso, etc. Por ejemplo, con esto de Filanbanco, aprendimos toda la cuestión de los fideicomisos. Muchas veces se crea la figura jurídica para que no controlen a los dueños.
También existen las normas del código penal. Son importantes para no meternos nosotros mismos en líos, es decir, que no nos demanden por acusar a alguien de ser falsificador de documentos, etc.
La interacción con las fuentes
Luego vamos ya con los informantes, los terceros y los implicados. Hasta ahora lo que hemos hecho es toda una búsqueda entre nosotros, gastar la zuela del zapato, buscar el documento, estar en internet bajando datos, haciendo nuestros archivos, etc. Pero esa no es toda la investigación, es sólo el principio. Después ya tienes que ir a hablar con la gente, buscar gente que sea cercana y que quiera conversar; luego ya a los más cercanos y, finalmente a los implicados. Con los informantes uno tiene que saber por qué le dan información –es lo que hablamos acerca de las entrevistas-. Por otro lado, no debemos comprometernos a nada. Hay gente que piensa que porque te cuenta algo te salvó la vida y el resto de tu carrera periodística vas a tener que publicar todo lo que te diga -esto sucede especialmente con los políticos-. Los políticos son así. Porque están atacando al enemigo, entonces te dan los documentos y piensan que uno es como ellos y casi hasta de su mismo partido.
Por eso uno siempre tiene que mantenerlos a raya, eso sí, ser muy amable, no hay que pelearse con nadie pero a veces es necesario decirles con tranquilidad que uno no va a hacer campaña política por ellos.
En la cuestión de la discreción –como un tip nada más-, cuando ustedes vayan a entrevistar a alguien no le deben decir que alguien más les ha contado alguna cosa, porque ahí comienzan los chismes entre la gente y, realmente se les puede acabar la carrera. De modo que uno tiene que ser muy cauto en las entrevistas y en cómo se maneja con la información y que ésta siempre sea verificada. Además, se debe procurar que cuando se hace una entrevista, te den la información específica. Tú puedes ayudar a la fuente a que dé un dato preciso.
Hay que saber cómo tratar a los terceros, conociendo si son los terceros amigos o los terceros enemigos de los implicados, porque entonces uno sabe lo que puede conseguir de ellos y cómo los va a tratar. Y, hay también otros terceros que son abogados, gerentes, etc. Por ejemplo, si estoy haciendo un caso de seguros, consigo a dos gerentes de empresas de seguros que saben cómo funcionan el negocio y qué me van a indicar.
A veces no tengo necesidad de contarles lo que estoy haciendo, pero sí preguntarles cómo funciona el negocio; es decir, buscar gente que no es parte de la cuestión de corrupción que estamos investigando, sino que simplemente sabe y nos puede dar una mano. Además, personas de las vías del poder, que son los resentidos -que siempre hay-. Hay mucha gente que se sienta a conversar contigo para darte información.
Por ejemplo, en el caso de los seguros, yo entrevisté a dos señores con mucha experiencia en seguros, pero por supuesto ellos no querían ser citados en un tema que yo estaba investigando sobre un posible sobreprecio de la contratación de una flota militar de las Fuerzas Armadas. Es decir, aunque tengas muchos contactos no te sirve de nada. Por eso siempre es bueno tener grabado, porque es una prueba de que nosotros sí hicimos la entrevista, a pesar que no vamos a revelar la fuente -porque constitucionalmente tenemos el derecho a no preservar la fuente-. Es decir, ningún fiscal puede venir y decirme que le dé la grabación. Eso está comprobado. Desde el Estado hay todavía la protección de la fuente. Cuando tú tienes un off the record –una persona que no puedes citar- generalmente uno trata de confirmar lo que te está diciendo con dos fuentes más. Siempre es importante confirmar, porque a veces las personas simplemente te dicen algo que alguien les contó. Entonces el periodista pierde credibilidad si empieza a abusar de ese recurso (publicar lo que cualquier persona le dice y alegar al derecho de guardar su fuente). Pero si tú explicas, si buscas más fuentes, si le das un contexto a tu información, le queda claro a la gente que tú sí hiciste tu trabajo.
No hay que ser muy agresivos con las fuentes, es decir, uno debe preparar su cuestionario. Son recomendables siete preguntas, en el sentido de siete temas, y uno sabe que debe resolver siete temas pendientes con esa persona. Para esto es necesario que uno tenga escritos sus temas para no olvidar cuáles son, dependiendo del caso, de la fuente y de la entrevista que se vaya a hacer. Es necesario que los periodistas escuchemos bien lo que nos están diciendo, para saber si algo se nos escapa y poder hacer una repregunta. Además se deben tomar notas y saber que la grabadora está funcionando, porque tú puedes estar confiando en la grabadora y resulta que al final escuchas y no se grabó nada. A veces se trata de una rueda de prensa o una entrevista pequeña que uno se puede grabar -porque tiene buena memoria- y la puede reproducir aunque no tenga la grabación. Por otro lado, para hacer las entrevistas uno debe concentrarse en lo que está haciendo.
La búsqueda de los protagonistas de la investigación
Finalmente, una vez que tenemos confirmado que efectivamente existe un caso de corrupción, tenemos nuestras cronologías y sabemos claramente lo que se hizo, uno ya empieza a mandar cartas y a buscar a los implicados.
La ventaja que yo he tenido hasta ahora en estos casos es que estos señores (los implicados) no saben lo que tú tienes, por tanto no están preparados y, cuando están en la entrevista se dan cuenta que realmente tú tienes muy bien investigado el tema y además bien justificado. Entonces, durante la entrevista la gente se da cuenta en el lío en que está y a veces tienen respuestas nerviosas y tú puedes detectar con facilidad la mentira. Hay otra gente en cambio que se niega a hablar contigo. En mi caso yo les envío una carta formal pidiendo una cita, les digo el tema del que se trata y espero 15 días; pero yo me niego a mandar mis preguntas. Si no me reciben, consigo información por otro lado pero no envío mis preguntas. En el caso de los militares, por ejemplo, yo envié la carta y nunca me respondieron. Entonces, cuando salieron ya los temas publicados, empezaron a amedrentar. Primero llamaron a mi casa, diciendo que querían enviarme un regalo y necesitaban saber la dirección de mi casa y de mi trabajo, pero sin identificarse como los militares. Y, solamente después de todo este problema, ellos pidieron una cita con el Consejo Editorial del periódico para hablar con los directores. Y aunque no querían hablar conmigo, de igual manera yo tenía que estar presente, porque fui quien publicó dicha información. En ese caso, la mejor defensa es tener argumentos, documentos, etc.; entonces ellos no pueden demandarte y, eso es prueba de que hiciste bien tu trabajo.
Para trabajar en el caso de los implicados, yo sí prefiero que sean dos personas del medio: el reportero y el camarógrafo. No me ha pasado, pero sí ocurre que la gente se pone agresiva con intente sacar al periodista de la oficina. Entonces tú tienes un testigo a tu favor, la otra persona del medio que tomará una foto, etc., para graficar lo sucedido. Por otra parte, se debe pensar bien el lugar en dónde uno hace la entrevista. Siempre es mejor que sea en la oficina del implicado o en la oficina del periodista. La entrevista debe ser en un lugar formal. Y, como les decía: no hay que pelear y estar tranquilo. Recuerden que deben organizar sus archivos desde el principio, entonces uno sabe que todo está en un solo lugar. Así mismo, es fundamental la discreción. Nadie debe saber lo que uno está haciendo ni hasta dónde ha llegado. Uno debe manejarse bien, con cabeza fría y tener los documentos bien guardados, de modo que cuando la investigación esté bastante avanzada y los implicados se enteren y en caso de que se pierdan o se roben algún documento, tú ya sabes dónde conseguirlo. Además que ellos no saben todo lo que tú tienes. Finalmente, al momento de escribir, debemos saber que existe una prueba y un respaldo. Por otro lado, uno también debe ponerse en los zapatos de la persona implicada y no acusarlo de lo que no es responsable.
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